La crisis de microchips está produciendo importantes demoras en las entregas de coches nuevos a los concesionarios y, en consecuencia, escasez de stock. Además, el elevado precio del combustible y la guerra de Ucrania están influyendo para mal en el transporte y el comercio de materias primas, lo que se une al contexto de incertidumbre general y a la inflación económica, que están provocando importantes subidas en los precios de los vehículos nuevos.
Todos estos motivos están disparando la venta de coches de segunda mano, cuya edad media se sitúa en 10,3 años, dándose incluso la paradoja que en este primer trimestre del año se han vendido más coches de más de 15 años que nuevos. Antes de comprar un coche de segunda mano, desde Confortauto Hankook Masters aconsejan una revisión mecánica previa para comprobar su estado.
Estos 12 puntos son algunos de los elementos más importantes:
Motor. Estar pendientes a cualquier rastro de corrosión o fugas, así como a sonidos anómalos durante su puesta en marcha o circulación. Debe comprobarse que arranque correctamente tanto en frío como en caliente y que no emita ningún tipo de humo o perdida de aceite. También es importante revisar la junta de la culata y el depósito de líquidos, así como el estado de las correas de distribución.
Frenos. Asegurarse de probar los frenos. No debería haber ninguna vibración fuerte en los pedales o ruidos extraños. Si los frenos se bloquean parcialmente, puede que necesiten nuevas pastillas o que los discos necesiten ser reemplazados.
Dirección. Para testear correctamente la dirección de un automóvil hay que girar del todo el volante y estar atento a cualquier ruido extraño que pueda producirse. Comprobar que, después de girar, la dirección tiende a ponerse recta por sí misma. Cuando se circule en línea recta, habrá que verificar que el coche no tiende a irse hacia ningún lado; de lo contrario, puede haber algún defecto de alineación.
Transmisión. El embrague no debe estar demasiado duro ni demasiado blando, y completar todo su recorrido y sin ruidos. Por su parte, el cambio de marchas debe presentar fluidez al meterlas.
Suspensión. Con el vehículo parado, hay que empujar hacia abajo en una esquina del coche. Si los amortiguadores están en buenas condiciones, el coche debería rebotar una vez.
Neumáticos. Revisar la presión de los neumáticos, aplicando la indicada por el fabricante del vehículo. Comprobar que el dibujo del neumático tenga una profundidad superior a 1,6 mm. Comprobar que los neumáticos no presenten cortes, deformaciones, daños u otros signos de deterioro.
Escape. Habrá que fijarse en el color del humo que sale por el tubo de escape: si es azul se está consumiendo aceite, lo cual suele deberse a un motor excesivamente desgastado; si es blanco puede ser por falta de carburante en la combustión y si sale negro, es que se está consumiendo combustible en exceso.
Chasis. Es necesario abrir el capó y revisar los soportes del parachoques. Estos deberían estar atornillados a cada lado y nunca soldados.
Faros. Asegurarse de comprobar todas las luces del vehículo para que todas funcionen con la misma intensidad y no haya ninguna fundida: luces cortas y largas, intermitentes, faros antiniebla, luces de freno, tercera luz de freno y luz de marcha atrás.
Testigos luminosos. Al activar el contacto y arrancar el coche, comprobar que en el panel de instrumentación no queda encendida ninguna señal luminosa o mensaje de alerta o aviso de posible avería.
Climatización. Activar el aire acondicionado para comprobar que funcionan correctamente. No debe hacer ruidos ni generar malos olores.
Carrocería. Comprobar la ausencia de abolladuras y corrosiones, así como el buen estado de la pintura. También asegurarse de que no tenga antiguas reparaciones de chapa que indiquen posibles golpes importantes en el pasado. Por último, abrir y cerrar todas las puertas, así como el capó y el maletero.
Fuente: Confortauto Hankook Masters