El estado de la suspensión es un factor que influye en el comportamiento dinámico del vehículo y también en el desgaste de los neumáticos.
AMDA, Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles informa sobre la importancia de realizar revisiones periódicas en talleres especializados. De esta forma un profesional podrá detectar posibles fallos en el sistema de suspensión que al conductor le pueden pasar desapercibidos, generar un desgaste prematuro de los neumáticos y provocar situaciones de peligro.
El ángulo de caída puede ser causa de un mal desgaste
La suspensión de un automóvil cuenta con unas cotas concretas para su correcto funcionamiento, unas medidas que pueden variar por el uso o por golpes recibidos por las ruedas. Convergencia y divergencia, caída y avance son los tres parámetros ajustables que influyen en el comportamiento del vehículo, en su seguridad y en el posible desgaste de los neumáticos, a excepción en este punto del avance, que prácticamente no influye en el desgaste.
El ángulo de caída es el ángulo que marca la vertical de las ruedas del vehículo con respecto el plano del suelo. Por tanto, una caída neutra sería un ángulo recto (90 grados), donde teóricamente la rueda apoyaría perfectamente plana en el suelo y tendría un desgaste homogéneo. En realidad, los automóviles tienen caídas negativas o positivas en función de su esquema de suspensión para optimizar su comportamiento dinámico.
La caída negativa es aquella en la que la parte inferior de las ruedas está más separada del eje vertical que la parte superior, el caso contrario se denomina caída positiva. Cuando estas cotas sufren un desajuste el coche pierde estabilidad y acelera el desgaste de los neumáticos, si la caída es excesivamente negativa se produce un desgaste prematuro del interior de la banda de rodadura, si es demasiado positiva el neumático se desgastará más deprisa por su parte exterior.
Un paralelo desajustado destruye los neumáticos
Las ruedas del mismo eje no son totalmente paralelas, tienen cierta convergencia o divergencia, es decir, visto desde arriba las ruedas apuntan hacia dentro o hacia fuera respectivamente. Si estas cotas se modifican los neumáticos no rodarán correctamente y arrastrarán parte de la banda de rodadura. Con un exceso de convergencia se desgastará rápidamente la parte exterior de la banda de rodadura, en el caso de un exceso de divergencia el desgaste se producirá por la parte interior del neumático.
La amortiguación también tiene un papel importante en la seguridad y en el desgaste de los neumáticos. Unos amortiguadores en un estado deficiente no permiten que las ruedas del vehículo dibujen correctamente las irregularidades del asfalto, por lo que éstas pierden contacto momentáneamente con el firme, reducen drásticamente el agarre y producen un desgaste irregular de los neumáticos.
AMDA recomienda revisar periódicamente la presión y desgaste de los neumáticos, además de revisar las cotas de suspensión en cada cambio de neumáticos o incluso antes si se detectan anomalías en el desgaste.
Fuente: AMD Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles