Lo único que mantiene al coche sobre el asfalto son 4 elementos con una superficie de contacto similar a la de la palma de la mano: los neumáticos.
Aun así, la cantidad de vehículos que circulan con las ruedas en mal estado es realmente alarmante. Aquí tienes un listado con los 5 mayores peligros por llevar los neumáticos en mal estado:
• Reventón: un pellizco contra un bordillo, un neumático con más de 6 años o una presión baja de aire pueden provocar que uno de los neumáticos explote. Las consecuencias de un reventón pueden ir desde una simple llanta rota hasta una salida de vía que puede acabar en un vuelco con consecuencias fatales.
• Desllantado: si la presión de inflado es demasiado baja, el flanco del neumático se deforma demasiado en las curvas y puede llegar a desllantarse. Si la llanta toca el asfalto con el coche en pleno apoyo, la probabilidad de acabar volcando es elevadísima.
• Pinchazos: un neumático con una banda de rodadura desgastada o con una presión inadecuada aumenta de forma exponencial la probabilidad de sufrir un pinchazo.
• Averías en la tracción total: en la mayoría de los coches con tracción total modernos, que emplean sistemas de reparto variable de la tracción, llevar los neumáticos con un desgaste irregular en cada eje o unas presiones inadecuadas pueden provocar graves averías en el diferencial central, una pieza cuya reparación o sustitución puede superar los 2.000 euros.
• Desprendimiento de la banda de rodadura: todos hemos visto a veces trozos de las ruedas de un camión desprendidos en la carretera. Esto suele suceder cuando el neumático es recauchutado y su temperatura aumenta debido a un fallo en el sistema de frenos del remolque o una baja presión de inflado. El uso de neumáticos recauchutados en un turismo tampoco es recomendable, pero no es la única causa de este problema. Largos períodos de inactividad causan planos en los neumáticos que, junto con la mayor rigidez de la goma al envejecer, pueden provocar este problema.