La escalada de Mazda hacia el segmento premium está siguiendo un patrón muy calculado y sólido, a parte de dotar a sus coches de mayor calidad y equipamiento, también están ofreciendo opciones únicas cómo la tracción total, motores muy refinados y un agrado de conducción superior..
La revolución que ha sometido la marca Nipona al Mazda3 continúa con la inclusión de este propulsor de gasolina, que busca atraer a los conductores por su agrado de conducción, bajo consumo… y etiqueta Eco.
Mazda sigue siendo una marca con las ideas muy claras, por eso sigue apostando por la suavidad y sobretodo bajo mantenimiento de los motores atmosféricos de gasolina, de cilindrada media. Estos motores no ofrecen prestaciones tan altas cómo un turboalimentado, pero son más finos, ofrecen una fiabilidad mayor y un mantenimiento más bajo.
El propulsor SKYACTIV-X es, cómo ya hemos comentado, atmosférico tetracilíndrico, con una cilindrada de 2 litros y que entrega unos buenos 180 CV de potencia.
Uno de los secretos de este motor es la tecnología SPCCI (Spark Plug Controlled Compresion Ignition) en español, encendido por compresión controlado por chispa. Una patente propia de mazda que permite combinar las ventajas del encendido por chispa del motor de gasolina, como son las buenas prestaciones a alto régimen y las menores emisiones de ciertos gases contaminantes, con las que aporta el encendido por compresión del diésel, como la mejor respuesta inicial y unos consumos más ajustados.
El motor ofrece una potencia máxima de 180 CV. En cuanto al consumo, durante nuestro test pudimos bajar de los 6 l. en conducción mixta, en concreto 5,8 l. a los 100 km. La prestaciones no son nada malas, alcanza los 216 km/h y acelera de 0 a 100 en 8,2 seg.
A parte de todo lo dicho tenemos otro truco para consumir menos, se trata de la hibridación ligera de la marca, conocida como M Hybrid, que es una unidad eléctrica de 6 kW, que cumple las funciones de generador y motor de arranque, apoyado en una batería de iones de litio, de 24 V, que se nutre de la energía obtenida en las fases de deceleración y frenado. Además de ayudar al consumo y de aportar un plus en fases de aceleración, también consigue el distintivo ambiental Eco de la DGT.
De puertas adentro el diseño Japonés se impone con un salpicadero y una consola de trazos limpios, ordenados y con materiales de calidad, de marcado carácter minimalista, solo roto por la pantalla de 8,8 pulgadas del sistema multimedia Mazda Connect.
Cómo buen aspirante a premium, puede incluir todo tipo de ayudas electrónicas a la conducción, como cámara delantera y trasera de asistencia al aparcamiento, control de velocidad de crucero adaptativo, sistema de frenado de emergencia automático con detección de peatones…
Valoración Final: Su precio de tarifa parte de unos excelentes 32.965 euros, a cambio nos llevamos un compacto muy bien acabado, poco tragón, muy suave y silencioso,
para nosotros a día de hoy es el mejor compacto del mercado nacional.