Si hay una marca que últimamente está tocada por el saber hacer esta es Mazda, la firma Nipona tiene la virtud de acertar en cada uno de sus últimos lanzamientos, tanto el Mazda 3, como el MX-5 como este CX-3 son ejemplos del estado de gracia en el que se encuentra el fabricante de Hiroshima.
El CX-3 es a día de hoy el referente absoluto del mercado de los Crossover pequeños, con sus 4,27 metros y una estética que recuerda enormemente a su hermano mayor el CX-5, es sin duda el modelo más completo del segmento, con la sola salvedad de una gama mecánica algo corta, ya que solo dispone de dos motorizaciones, un diesel de 105 cv que hoy nos ocupa y un gasolina de 120 cv. Eso si disponemos de versiones de tracción delantera o total y de cambio manual o automático, cosa que no todos sus competidores disponen.
El diesel que monta este modelo es de nueva factura, con la tecnología Skyactiv propia de la marca y que busca máxima eficiencia térmica con el mínimo peso y unas buenas prestaciones. En este caso el resultado es sensacional con una respuesta al acelerador muy buena, un cambio delicioso y un consumo medio durante nuestro test de tan solo 4,6 litros a los 100 kilómetros, o sea sensacional.
En cuanto a prestaciones el motor 1,5 litros de 105 caballos, parece que tenga alguno más ya que tiene una punta de 177 Km/h y unos excelentes 10,1 segundos en pasar de 0 a 100 Km/h.
La sonoridad y las vibraciones son mínimas y el cambio tiene un excelente tacto y escalonamiento. Los frenos, con disco delante y atrás, ofrece una buena capacidad de detención. El comportamiento es muy bueno, sin duda el más equilibrado de entre sus competidores, léase Opel Moka, Renault Captur, Peugeot 2008 o el recién llegado Ssangyong Tivoli. En ciudad es cómodo y muy ágil, se estaciona con facilidad y sus recortadas dimensiones lo hacen muy manejable. En carretera es sumamente divertido y rápido, se puede incluso realizar una conducción deportiva sin problemas , apoyada por una dirección precisa y unos buenos frenos. Las suspensiones tienen un tarado muy equilibrado con una respuesta muy segura en todas situaciones. En Autopista sorprende lo bien que anda, sobretodo por su pequeño tamaño, pero es estable y confortable, lo que nos permite realizar tiradas largas sin apenas cansancio.
El interior es algo más capaz que un urbano y muy similar al de un Compacto que aunque son algo más largos, los asientos son menos verticales y por tanto la habitabilidad es menor. El maletero de 350 litros de capacidad es cómodo de acceso y de carga, está en la línea de sus competidores. El salpicadero, muy parecido al del Mazda 2, nos ha gustado por su intuitividad y formas agradables, hay pocos botones y todos están en su sitio. El cuadro de relojes con un completo ordenador de a bordo ofrece una fácil lectura y mucha información. La climatización funciona muy bien y es bastante precisa. La pantalla táctil de la cónsola central engloba todos los sistemas multimedia, desde el imprescindible Bluetooth a la Radio pasando por el navegador y las conexiones multimedia.
Las plazas traseras, aptas para dos adultos o tres churumbeles, ofrecen un correcto espacio y un buen acceso, siempre en línea de coches de su tamaño.
Valoración Final: Este modelo nos ha gustado por lo bien que anda, por su estética y sobretodo por lo cómodos que nos sentimos al volante, es sin duda uno de los mejores coches que han pasado por nuestras manos. Su precio desde 22.245 euros es muy competitivo y siempre hay que tener en cuenta que conseguiremos una buena rebaja en nuestro concesionario Mazda. Es un coche sumamente recomendable.