Hoy pasa por nuestras manos uno de estos coches que pertenecen al selecto grupo de obras de arte sobre ruedas, grupo al que pertenecen marcas como Aston Martin, Ferrari o Rollls Royce, hoy tenemos el gusto de daros buena cuenta de la experiéncia de conducir y saborear un Bentley, concretamente el Continental GT Speed Convertible que amablemente nos cedió el concesionario oficial Bentley en Barcelona Cars Gallery.Bentley es un fabricante artesanal británico que hasta hace unos años se encontraba a la sombra del máximo representante del lujo motorizado, Rolls Royce, pero desde la llegada del Grupo Volkswagen a la casa inglesa la cosa ha cambiado, creando vehículos con personalidad propia, que combinan como nadie lujo y deportividad, confort y exclusividad.
El Continental es un vehiculo que ya lleva unos años entre nosotros, que ha sido el mayor éxito de ventas de la marca en su larga historia y que su versión convertible (Descapotable) tiene un lugar en los más exclusivos parkings del mundo, ya que se fabrican unas pocas miles de unidades por año.
De formas suaves y marcados pasos de rueda, nuestra unidad pintada del color Continental Yellow no hizo más que hacer girar cabezas por allí dónde pasábamos, es un coche exclusivo, con un motor de ronco sonido y de color llamativo.Nuestra experiencia con el Bentley superó los límites de la simple conducción, es algo que implica todos nuestros sentidos, el primero el olfato. Nosotros llegábamos al concesionario en un muy digno compacto de una marca generalista y lo primero que notamos al entrar al lujoso coche inglés fue su mezcla de aromas, pieles de calidad, metal, un olor a coche caro. El segundo sentido en activarse fue el tacto, con materiales pulidos, suaves tejidos, plásticos mullidos. La vista fue el tercer invitado, con un no parar de ver detalles como las palancas para accionar las ventilaciones, el reloj analógico que corona la consola central, los preciosos asientos,.. El oído fue el último en llegar, primero con el suave sonido cuando cerramos la puerta y finalmente el ronco sonido del tubo de escape al pulsar el botón de encendido del motor.
Interior: Aunque nos encontremos en un coche de 4,81 metros no debemos olvidarnos de que se trata de un Coupé, con un enorme motor de 12 cilindros en la parte delantera, un buen maletero y para más inri, descapotable, el resultado es un coche cómodo, amplio pero no inmenso interiormente hablando,
Las plazas delanteras son cómodas y disponen de hasta 16 regulaciones para conseguir la posición de conducción adecuada, además en nuestra unidad de pruebas los asientos montaban un sistema de climatización, calefacción en invierno y ventilación en verano y una salida de aire caliente en la parte trasera de nuestro cuello para que cuando circulemos descapotados en días fríos no enterarnos de la temperatura externa.
El salpicadero tiene un diseño clásico, con materiales de primera y una excelente organización de los mandos y botones.El volante cuenta con regulación eléctrica y unas amplias cotas para situarlo dónde nos guste, detrás de él se sitúan las levas de accionamiento manual del cambio de 8 relaciones, que para ser sincero molestan al accionar las palancas de las luces e intermitentes.
Detrás hay dos plazas no aptas para grandes trayectos, ya que ni el acceso ni el confort destacan.
El maletero tiene unos correctos 340 litros que permiten llevar bastante equipaje.
Motor
El alma del Continental Speed es un motor de 12 cilindros de origen Audi, concretamente el w12, fruto de juntar lateralmente dos motores de 6 cilindros, formando una W. En este caso y a diferencia de los modelos alemanes que montaban este propulsor Bentley le ha añadido 2 Turbos para que la potencia suba hasta la indecente cifra de 635 caballos y decimos indecente porqué hasta en circuito será poco probable que podemos desatar toda la potencia real que nos ofrece el modelo británico.El cambio de 8 relaciones tiene un funcionamiento muy suave y totalmente imperceptible.
La conducción del coche es sumamente fácil, solo con pisar un poco el acelerador nos podremos en marcha o subiremos la rampa del parking, si lo pisamos un poco más notaremos como nuestro cuerpo se une al respaldo y si lo hacemos a tope será la cabeza y tendremos que coger el volante con firmeza, las prestaciones de un coche que coge 325 Km/h son bastante irrelevantes ya que solo hay que pisar un momento el acelerador para ponernos a la velocidad deseada, sea legal o no.
En cuanto a los frenos, nuestro Continental Speed montaba los opcionales frenos de Carbono, que frena casi antes de pisar el freno y con los que hay que estar más pendiente del coche de atrás que del de delante.
Comportamiento: El comportamiento es intachable, además disponemos de suspensiones regulables con varios niveles de dureza, primando confort o deportividad. Incluso podemos modificar la presión de hinchado de los neumáticos. Excepto en tramos muy bacheados ni te enteras de las irregularidades del asfalto se lo come todo y eso que iba calzado con llantas de 21 y neumáticos de Perfil bajo Pirelli P-Zero.
En ciudad la anchura del coche lo hace un tanto torpe, unido a la falta de referencias y eso que disponíamos de la opcional cámara de marcha atrás. La verdad es que los carriles parecían más pequeños que el coche. En autopista es increíble, silencioso, rápido y aplomado, es muy fácil de llevar. En vías secundarias, aunque sean muy viradas es imperturbable, va por dónde le dice el conductor sin importar a la velocidad que circulemos.
Valoración Final: Conducir un coche de este nivel nos hace ver que aunque los coches actuales van muy bien todo es mejorable, su precio desde 240.000 euros está al alcance de muy pocos pero serán unos pocos afortunados.