El Yeti es un SUV, distinto, gustará o no, pero tiene muchas virtudes que lo hacen uno de los más recomendables del mercado actual.
El Yeti es una mezcla entre la modularidad y habitabilidad de un monovolumen con las aptitudes camperas de un SUV, deriva del Roomster, un vehiculo inclasificable, seguramente sería un multiespacio, un monovolumen derivado de un comercial ligero, aunque su funcionamiento y ergonomía són mucho superiores por ejemplo a las de un Citroën Berlingo o un Volkswagen Caddy.
El Yeti es un modelo pensado para cumplir con la mayoría de necesidades de una familia media, acoge cómodamente a cinco personas, tiene un maletero grande, ofrece un ámplio equipamiento a un precio competitivo y además va bien en carretera o fuera de ella.
El modelo probado equipaba el motor 2 litros TDi de 150 caballos asociado a un cambio automático de doble embrague de 6 relaciones, que la verdad no nos acaba de gustar. El funcionamiento del conjunto es rápido en las transiciones entre marchas, pero en cambio es brusco en las reducciones y no digiere bien los ritmos lentos, ya que intenta llevar la marcha más larga posible, con que lo vuelve torpe. En ritmos vivos y con el cambio en la posición Sport (Disponemos de posición D, o sea normal, Sport más deportiva y la posibilidad de cambiar manualmente) la escena cambia y es muy divertido y eficaz, con la posibilidad de rodar muy rápido.
Las prestaciones son buenas, con un velocidad punta de 187 km/h y tan solo 10,2 segundos en pasar de 0 a 100 Km/h.
El consumo es tirando a elevado, con una media en nuestro test de 6,1 litros a los 100 kilómetros, penalizado claramente por el cambio, ya que el cambio manual consume cerca de un litro menos.
Es un vehiculo que con un diseño algo cuadrado, se ve afectado por el viento, subiendo el consumo y restando confianza al volante, no es inseguro, pero hay que estar alerta.
La dirección es sensacional, al igual que el sistema de frenos, son dignos de coches con mucho más caché.
El interior es dónde el Yeti es superior a todos sus competidores, incluso a algunos de más tamaño, recordemos que solo mide 4,22 metros.
El salpicadero es muy sobrio, realizado con materiales de calidad pero le faltan algunos detalles para conseguir una imagen más moderna y actual. En cambio no tenemos queja de la disposición de los mandos, su accionamiento y facilidad de uso. El cuadro de relojes, con el ordenador de a bordo central se lee sin problema y es muy claro. La pantalla central, que en nuestro caso equipaba el opcional navegador, está a buena altura y tiene unos menús sencillos y simples, su funcionamiento, tanto del navegador como del equipo multimedia es perfecto, este último dispone de toma USB y AUX.
Los asientos como en todos los vehículos del grupo VAG son sensacionales, con buena sujeción lateral y optimo confort.
Detrás es dónde tenemos el secreto de la superioridad del Yeti, sus tres plazas independientes se pueden reclinar, avanzar o retrasar para ganar espacio de carga, se pueden plegar e incluso quitar completamente para tener un espacio de carga digno de una buena furgoneta. Además son cómodos, alguna queja?
El maletero dispone de un mínimo de 405 litros, pudiendo llegar a más de 1.500, inalcanzable para el resto de modelos.
El comportamiento es otra de las virtudes de nuestro monstruo de las montañas, va como un tiro, es estable, fácil de conducir y da la impresión de llevar un vehiculo más bajo.
En autopista ofrece un comportamiento muy aplomado y dinámico, es silencioso y permite largos viajes con un elevado confort de marcha.
En ciudad disfruta de buena visibilidad y es ágil en el tráfico rodado, estacionar no es problema gracias a sus recortadas dimensiones.
En vías secundarias si el asfalto está en mal estado, es algo incomodo, ya que las suspensiones son tirando a duras, pero nunca pierde la compostura y es estable.
En conducción todo terreno disfruta de una gran motricidad, la tracción total automática distribuye el par según las necesidades de adherencia y permite llegar muy lejos. En nieve lo pudimos probar durante unas decenas de kilómetros y a pesar de no llevar los neumáticos más adecuados, se comportó de maravilla. El control de descenso también fue de gran ayuda en bajadas muy heladas.
Valoración Final. El Yeti es un coche muy recomendable, esta versión nos ha parecido buena, pero si no es que queremos el cambio automático a toda costa, es mejor optar por el cambio manual, más económico (800 euros) y mucho mejor. Este modelo sale por unos excelentes 25.250 euros, muy equipado y capaz.
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