Prueba a fondo del Volkswagen Sharan TDi 184 DSG

Como propietario de un Sharan de la anterior generación esta prueba no es una más, es algo personal, un momento que seguramente ha tardado demasiado en llegar (es el primer Sharan que pruebo en 20 años de periodista) pero que he disfrutado.
Sé que no es un deportivo de altas prestaciones ni un coche inalcanzable por precio o exclusividad, pero aquellos que disfrutamos del espacio y confort de un Monovolumen clásico de siete plazas, valoramos al que sin duda disfruta de un dinamismo por encima del resto (exceptuando al Seat Alhambra que no deja de ser casi un calco del Sharan) y que no desmerece del que encontraríamos en una berlina de similar potencia. Pero es en la modularidad y en la capacidad de carga donde realmente marca diferencias inalcanzables para la mayoría de coches del mercado.
Tiene una línea de monovolumen clásico, algo más bajo de techo que la versión anterior y también con una altura al suelo menor lo que le hace parecer más estilizado. Ahora monta puertas correderas mucho más grandes, prácticas y cómodas que unas convencionales, ya que pueden abrirse incluso cuando el espacio lateral es reducido (por ejemplo en los aparcamientos en batería).
De puertas adentro, tiene muchas similitudes con otros Volkswagen con materiales de los recubrimientos, los ajustes y la sensación de calidad son muy buenos. Tampoco faltan los detalles prácticos (enchufe de 230 voltios, cortinillas laterales, apoyacodos delantero regulable en altura y profundidad, etc.), muchos huecos para dejar cosas y unos mandos fáciles de accionar. Una facilidad que se extiende a los menús de la pantalla central táctil donde se pueden seleccionar y regular muchas funciones del coche.
La configuración de siete asientos permite pasar de 7 plazas a tan solo 2 en un plis plas, plegando los asientos traseros, obteniendo un espacio de carga completamente plano. Se pierde algo de altura para cargar pero a cambio no hay que extraer los asientos del coche ni encontrar un sitio donde guardarlos.  En las dos delanteras hay unos buenos asientos, cómodos y que recogen bien el cuerpo. Además la postura de conducción es muy buena, tiene muchas regulaciones y es similar a la de un turismo.
En cuanto al maletero, con 7 plazas ocupadas disponemos de 300 litros, justo para llevar algo de equipaje. Plegando las dos plazas traseras el espacio de carga crece hasta los 711 litros, y si plegamos la segunda fila de asientos, conseguimos unos excelentes 2.297 litros, una cifra digna de una furgoneta.
El motor turbodiésel de 184 caballos es el eficaz y frugal 2.0 litros TDI de la marca que nos hace disfrutar de unas buenas prestaciones, pasa de 0 a 100 km/h en solo 8,9 seg y tiene una velocidad máxima de 213 km/h.
El cambio automático de dos embragues DSG aporta mucha comodidad de uso y resulta suave y rápido. Se puede manejar también de modo manual con un movimiento secuencial de la palanca o bien con unas cómodas levas situadas detrás del volante.
En cuanto al consumo, nuestra unidad se conformó con unos buenos 6,3 litros a los 100 kilómetros, una cifra excelente viendo el potencial y tara del Sharan.
Valoración Final. No es un vehiculo barato, sus 47.000 euros de tarifa son muy respetables, pero puedo decir que estamos delante del mejor monovolumen grande de la actualidad, sobretodo por comportamiento, además el motor y el cambio responden a las mil maravillas. Si no llegamos por presupuesto, podemos bajar a las versiones de 5 plazas, con cambio manual y motor de 150 cv (más que suficiente) que rebajan la factura unos 10.000 euros.

Oriol Sintas. ElMotor.net Conòcelo y pruébalo en los concesionarios Sarsa Volkswagen

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