El C-Max es el Monovolumen medio de la marca del óvalo, hoy probamos la versión de 5 plazas equipado con el nuevo motor 1.5 Turbo Diesel que sustituye al viejo 1,6.
Ford tiene sin duda la mejor y más atractiva gama de Monovolumenes del mercado, empezando por el completo B-Max y acabando por el Galaxy, 5 modelos que sin duda colmarán nuestras necesidades familiares.
El C-Max que hoy nos ocupa es la versión corta del modelo y con 5 plazas como ya hemos comentado, mide 4,37 metros y es un modelo familiar muy completo.
El motor que lleva esta versión es el nuevo propulsor diesel de la gama Ford, con 1,5 litros y 120 caballos, sin duda será el más demandado en los concesionarios, gracias a su economía de consumo y correctas prestaciones.
El consumo es bastante bueno, mucho más estable que su predecesor, que era muy sensible a la velocidad, en este caso y en recorrido medio, el C-Max nos ha consumido 5,3 litros a los 100 kilómetros, una cifra buena para un vehiculo que ya tiene una cierta envergadura.
En cuanto a las prestaciones, son buenas, ya que coge 184 Km/h de punta y tarda 11,3 segundos en pasar de 0 a 100 Km/h. En conducción normal nos ha gustado su facilidad de recuperación, sobretodo jugando con el cambio, si lo mantenemos por encima de 1.500 rpm, la respuesta es rápida.
El cambio como suele ser habitual en los Ford es preciso y de recorridos cortos, además sus desarrollos a pesar de ser algo largos, no penalizan en marcha.
El comportamiento siempre ha sido la gran baza del C-Max, con unas suspensiones tirando a duras, pero que filtran bastante las irregularidades del asfalto, este monovolumen compacto ofrece un gran aplomo y seguridad al volante, en Autopista pero también en vías secundarias, dónde en tramos virados sale a relucir su buena agilidad.
En ciudad sus recortadas dimensiones, próximas a un compacto como el Focus, le otorgan un plus de movilidad, aumentada por una posición al volante elevada, que mejora la visibilidad. En cuanto al estacionamiento, a parte de la posibilidad de llevar el sistema de aparcamiento automático de la marca, las maniobras al volante son bastante intuitivas.
El Habitáculo es amplio, cómo se espera de un Monovolumen, las plazas delanteras son cómodas y permiten múltiples regulaciones hasta conseguir una posición perfecta. Los asientos de mullido firme, sujetan nuestro cuerpo y son cómodos, perfectos para grandes viajes sin cansarnos.
El salpicadero es muy ordenado y permite un fácil aprendizaje y uso. La pantalla táctil de 8 pulgadas de la cónsola central, engloba los sistemas multimedia, el navegador y el sistema Sync2 de la marca (Ordenes por voz, bluetooth,..) está situada en una posición de fácil acceso.
La climatización es potente y de fácil uso. Nuestra unidad de pruebas montaba el sistema de calefactado del cristal delantero, un sistema cómo el que montan las lunetas traseras pero sin las típicas rayas naranjas, y que va de vicio si se nos ha congelado el cristal durante las frías noches de invierno.
Detrás disponemos de tres plazas individuales y muy modulables, ya que se repliegan, corren hacia delante para ganar espacio de carga e incluso podemos sacarlas completamente para convertir nuestro C-Max en una auténtica furgoneta, pasando de los 471 litros de maletero a 1723, no está nada mal. Estas plazas traseras gozan de buen tamaño, elevado confort y buenas cotas de habitabilidad.
Valoración Final
Nos ha gustado el nuevo C-Max, además asociado a este propulsor es seguramente la versión más recomendable de la gama, disponible desde 19.125 euros, un precio muy competitivo.