Royal Enfield es sin duda el fabricante de motos más genuino del mercado, sus motos nos devuelven a mediados del siglo pasado con un simple golpe de vista. La marca británica fabrica motos sencillas robustas y que encantan a los románticos como un servidor.
Hoy pasa por nuestras manos una moto inspirada en las motos de guerra de la segunda guerra mundial, gracias a los amigos de Royal Enfield Barcelona y Royal Enfield España. Pintada de verde caqui, motor monocilíndrico de varillas refrigerado por aire, tapas y caja de herramientas tipo retro y componentes de motor pulidos.
Su motor es sin duda parte de su encanto, con su encanto, con su sonido clásico, imponente tamaño, a pesar de ser un 500 cc, y un escape largo, esta moto está destinada a que te miren cuando vas montado en ella.
Sus prestaciones también son de otros tiempos, con una punta algo por encima de 120 Km/h, aunque su velocidad de crucero ronda los 110 Km/h, es una moto para pasear, para ir de viaje sin prisas y disfrutar del camino, un vehiculo de otros tiempos pensado para disfrutar de la conducción.
El motor desarrolla 28 tranquilos caballos, y un buen par de 41 Nm, su respuesta es bastante buena desde bajas revoluciones, el cambio de 5 relaciones es suave de accionamiento y dispone de encendido electrónico, aunque si lo deseamos también podemos arrancarla a patada.
Su conducción es muy fácil, ya que la posición de pilotaje es cómoda y se lleva perfectamente al suelo con ambos pies, en ciudad a pesar de su aspecto torpe, se maneja bien, es suave y permite callejear ágilmente entre el tráfico.
En Autopista le falta algo de velocidad máxima para afrontar hipotéticos adelantamientos, aunque es estable y gracias a su asiento con muelles, podríamos llegar con ella hasta el infinito.
Las carreteras secundarias es dónde valoraremos el espíritu viajero de nuestra amiga, ya que su motor nos permite ir relativamente moviditos de ritmo y la moto sorprende por lo bien que va entre curvas, es divertida y fácil de llevar, incluso a dúo.El equipamiento es mínimo, con su velocímetro, varios testigos y poco más, es una moto simple para quienes valoren el disfrute de la conducción de una moto sin buscar prestaciones netas. Un detalle que no nos ha enamorado ha sido el retrovisor, pequeño y de mala visibilidad.
La frenada está encomendada a un disco de doble pistón delantero y tambor trasero, con un suficiente mordiente para las aspiraciones dinámicas de la Royal Enfield Classic Battle Green
Valoración Final.
Me ha gustado, es un modelo cómodo, muy bonito (opinión personal) y que va mucho mejor de lo que uno se imagina, su precio de 4.649 euros la hace una moto muy accesible a cualquiera que quiera un vehiculo para moverse por la ciudad y hacer escapadas tranquilas de fin de semana o incluso irse de vacaciones, yo os recomiendo que la probéis, es una experiencia inolvidable, personalmente me ha enamorado.
Conócela y Pruébala en Royal Enfield Barcelona.