Prueba a fondo de la BMW C-Evolution

BMW alardea de su deportividad y de alta tecnología, de que si te gusta conducir, debes conducir o pilotar uno de sus productos y uniendo todas estas piezas del puzzle ha creado el primer maxi scooter deportivo con motor eléctrico del mercado (con permiso de la Vectrix que no era tan dinámica).
A primera vista es muy similar a sus dos hermanas, las C-650, tamaño, formas y diseño casi calcados, pero lo revolucionario viene dentro, es el corazón del monstruo. Se trata de un motor eléctrico de 47,5 CV y un par de 72 NM disponibles desde 0 revoluciones, o sea que cuando aceleras ya tienes todo el potencial en tu mano derecha. Este detalle hace que debamos acostumbrarnos a la inmediata respuesta y también por esto la marca ha creado varios modos de potencia para un uso más racing o ecológico de la moto.
Estos modos nos permiten escoger entre potencia con algo de recarga en las frenadas y deceleraciones o una respuesta más suave y mucha recarga en deceleraciones, hecho que alarga la autonomía de la BMW.
La Autonomía real es de entorno a 120 kilómetros conduciendo normal, si vamos en moto con el cuchillo entre los dientes se reduce a la mitad. Dispone de 8 Kwh de baterías.
Las prestaciones son brutales con una aceleración de 0 a 100 Km/h en 6,2 segundos y una velocidad máxima limitada a 120 Km/h, velocidad que coge sin enterarnos.
La moto es muy alemana, grande, pesada, 265 Kg, y con una altura al suelo más pensada para un chicarrón del norte que para el español medio.
El diseño del cuadro de mandos es muy tecnológico, con una gran pantalla de cristal líquido y múltiples funciones, la ordenación de la información no es muy lógica por lo que hay que habituarse.
El asiento es cómodo y amplio tanto para el conductor como para el eventual pasajero.
Tenemos un cofre bajo el asiento dónde cabe un casco integral, aunque los cables de carga molestan y mucho.
En circulación es una maravilla, se le da todo bien, su única pega es la velocidad limitada, pero sino sería la moto perfecta, suave, rápida, ágil, divertida cuando le buscamos las cosquillas y a pesar del sobrepeso causado por las baterías, apenas se nota pesada en movimiento.
Una gran virtud de la C-Evolution es que se puede conducir con carné de coche.
Valoración Final: Es genial para un uso a diário sus 120 km de autonomía nos permiten maravillas y si nos movemos por terreno conocido hay que tener en cuenta que se carga totalmente en 4 horas pero en 2 h 45 minutos ya tenemos el 80%. El precio de 15.350 euros la hace algo prohibitiva, si no, uno se liaba la manta a la cabeza y se compraba una, me ha encantado.
Conócelo y pruébalo en Barcelona Premium.
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