GANVAM prevé que las ventas de coches rompan este año la barrera del millón. De esta forma, la patronal corrige al alza sus previsiones de cierre de ejercicio, estimando un crecimiento del 22,7%, lo que nos situaría en el entorno de 1.050.000 unidades.
Con estas nuevas previsiones, Ganvam adelanta un año la recuperación del sector del automóvil y espera que sea en 2016 cuando se alcance el volumen de 1,2 millones que le corresponde al mercado español por su nivel de población y renta per cápita.
Curiosamente, seis años es lo que le ha costado al mercado volver a registrar seis cifras, desde que 2008 –año en el que superaron el 1,1 millones de unidades vendidas- marcara el inicio del desplome en cadena del volumen de matriculaciones.
Para los vendedores, esta cifra casi mágica del millón de unidades no hubiera sido posible sin el impulso de los Planes PIVE, que han permitido más de dos años de crecimientos consecutivos. Estos incentivos unidos a la mejora de las perspectivas económicas han propiciado el crecimiento de un sector que desde Ganvam definen como “corcho” por la relación directa entre la evolución económica y las ventas de coches.
Prueba de ello es que, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), España crecerá un 3,1% en 2015, alzándose como el país con la tasa de incremento más alta entre las grandes economías avanzadas, debido principalmente a la recuperación del consumo interno y a cierta apertura del grifo crediticio.
El mercado de usados, también mejora
Por su parte, los vendedores también han revisado al alza sus estimaciones de cierre para el mercado de vehículos de ocasión que, aunque exentos de las ayudas del PIVE, doblarán previsiblemente su tasa de crecimiento este año, hasta situarse en el 6%, con un volumen aproximado de 1.785.000 unidades, y un mayor dinamismo de los vehículos seminuevos adquiridos en las redes de concesionarios y compraventas.
Según Ganvam, esta mejora de las previsiones en las ventas de vehículos impactará también positivamente sobre la actividad de la posventa, lastrada, precisamente, por el desplome de las matriculaciones. Concretamente, desde 2008 han dejado de entrar al parque más de tres millones de vehículos, lo que les ha supuesto menos masa crítica para reparar y, en términos puramente crematísticos, un 30% menos de facturación.