La vuelta al “cole” ya está aquí. En pocos días, los niños volverán a las aulas y los padres retomarán los trayectos urbanos en coche, una costumbre que seguro que habían aparcado en vacaciones. Como a veces puede ser de lo más tedioso circular por los perímetros escolares, donde se concentran gran cantidad de elementos que dificultan la conducción y causan estrés a más de uno, Arval, la compañía de movilidad de BNP Paribas, te ofrece una sencilla guía para “abrirse paso” de forma segura y eficaz en las zonas cercanas y entradas de los colegios.
Los ojos bien abiertos
Coches, niños, padres, madres, autobuses escolares, semáforos… En la periferia escolar hay que ir con mil ojos. Por ello, la vigilancia debe extremarse, sobre todo con los niños, que pueden aparecer de cualquier parte en cualquier momento. Además, los espacios en estas zonas suelen ser muy estrechos, ya que es habitual encontrar coches en doble fila o mal aparcados. Por ello, y si no queremos llevarnos un disgusto o tener que dar parte al seguro por algún golpe en coche ajeno, prestemos especial atención en estos entornos.
Velocidad bajo mínimos
La velocidad máxima permitida para circular por las ciudades es de 50 km/h, aunque hay lugares, como los perímetros escolares, declarados como zonas 30, en los que la velocidad máxima se reduce. Aunque la del colegio de nuestros hijos no tenga este carácter, es importante pisar el freno y adoptar esta velocidad en las inmediaciones del centro. Sólo así podremos reaccionar mejor en una situación imprevista.
Cuidado con el transporte escolar
El autobús escolar puede llegar a convertirse en un asunto espinoso a la hora de llevar a los niños al colegio. Si circula delante de nosotros, paciencia, pues normalmente se mueven a una velocidad muy baja y con constantes paradas. Además, si es necesario adelantarlo, cuidado cuando esté parado, porque puede aparecer inesperadamente un niño. La velocidad, una vez más, debe ser la mínima posible.
Problemas para estacionar
Otro de los inconvenientes en los perímetros escolares es encontrar aparcamiento. Muchos padres, acuciados por las prisas –hay que entrar a trabajar o llegar a las actividades extraescolares- acaban estacionando en doble fila, lo que provoca que el tráfico sea aún más caótico. Todos en algún momento hemos estado tentados por esta solución, pero para evitar posibles multas de tráfico y algún que otro golpe, conviene aparcar el vehículo de acuerdo a las normas de circulación. Aunque tardes un poco más, saldrás ganando.
Clima de tranquilidad en el vehículo
Un aspecto importante a la hora de conducir en zonas escolares es la calma. En este sentido, para mantener la concentración al volante, es fundamental que en el interior del vehículo reine un clima de tranquilidad… al menos en la medida de lo posible. Puede ser difícil si van los niños dentro y empiezan a inquietarse, para lo que habrá que sacar todas las armas disponibles para calmarlos sin perder la concentración. Mediante juegos y adivinanzas es posible mantener a los niños tranquilos. También los gadgets tecnológicos son un buen recurso en estas ocasiones.