La sombra del escándalo se ha pegado como una lapa a Volkswagen desde que el pasado viernes la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de Estados Unidos y el estado de California acusaran a la marca automovilística de haber trucado sus cochesnbdiésel con un software para falsear el nivel de nemisiones de óxidos de nitrógeno. Pues bien, el “bola de nieve” crece y amenaza con sepultar a una marca, Volkswagen, que ha sido siempre paradigma de seriedad y calidad en la competitiva industria automovilística. La compañía automovilística ha reconocido hoy en un comunicado de prensa que el software con el trataba de dar gato con liebre a la EPA al otro lado del charco podría afectar a 11 millones de vehículos en todos el mundo. Hasta el momento, la cifra que se maneja era de “sólo” 482.000 coches (vendidos exclusivamente en Estados Unidos). “Hemos metido la pata”, reconocía ayer Michael Horn, el máximo responsable de Volkswagen en Estados Unidos, durante la presentación del nuevo Passat. Está claro que la marca teutona ha metido la pata, y hasta el fondo, ¿pero cómo se traduce en números su “metedura de pata”?
Según cifras manejadas por la consultora The Brand Ticker, que toma el pulso en tiempo real al valor de las marcas, la marca Volkswagen ha perdido un 10% de su valor desde el pasado 16 de septiembre. Y no sólo eso. Durante la noche del lunes al martes el valor de marca de Volkswagen se contrajo en 3.000 millones de euros.
The Brand Ticker calcula que el escándalo de la emisión de gases ha costado hasta ahora en términos de imagen a Volkswagen la friolera de 1.100 millones de dólares. No obstante, y en la vista de que la caja de Pandora no ha hecho sino abrirse, esta cifra podría crecer exponencialmente durante los próximos días.
Volkswagen está actualmente bajo la lupa de las autoridades no sólo en Estados Unidos sino también en países como Suiza y Corea del Sur. Y pronto podría estarlo también en su propia “patria chica”, Alemania, cuyo ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, está decidido a investigar a la marca germana. Entretanto, el fabricante automovilístico vivió ayer un auténtico “dies horribilis” en la bolsa, donde sus acciones se contrajeron un 23%. El que parece que no sobrevivirá a la crisis será el consejero delegado de Volkswagen,
Peter Winterkorn, que será sustituido el próximo viernes casi con toda seguridad por el jefe de Porsche, Matthias Müller.