Menos de un tercio de los consumidores siente a día de hoy que las soluciones alternativas de movilidad son prácticas para su modo de vida. Esa es una de las principales conclusiones del estudio Move llevado a cabo por Morpace, que proporciona información sobre cómo los conductores usarán estas nuevas formas de movilidad para ir de un punto A a un punto B. El 40% de esos mismos consumidores reconoce que su principal medio de transporte cambiará en los próximos cinco años respecto al actual.
“Las nuevas formas de movilidad se están convirtiendo en una realidad para los consumidores e incluso para los fabricantes de coches, que están invirtiendo en estos modos de transporte”, dice Morpace.
En cualquier caso, la dependencia en el vehículo propio es todavía fundamental y clave, pese a que las nuevas opciones de transporte se están extendiendo con rapidez, según apunta este estudio, realizado entre casi 4.000 personas de las ocho principales áreas metropolitanas de los Estados Unidos.
Casi todos los que contestaron dijeron que usaban su coche particular por lo menos una o dos veces al mes, seguida por el transporte público (45%), el ride-sharing (29%) y el car-sharing (19%).
Por otro lado, tres cuartas partes de los encuestados dijeron que tenían pensado cambiarse de coche en los próximos cinco años, con el 70% apostando por un coche nuevo.
Otra de las cosas que pone de manifiesto el informe es la desconfianza que provocan de entrada estos sistemas de movilidad alternativa. Ahora bien, los usuarios que ya los están usando son los que más fácilmente los seguirán usando en el futuro.
En definitiva, los resultados de esta encuesta son buenas noticias para marcas y concesionarios, ya que parece que el coche en propiedad seguirá mandando. Estos servicios son contemplados como un complemento al uso del coche.
Para los concesionarios, las buenas noticias consisten en que los datos indican que no hay peligro real de que puedan perder clientes o ventas a corto plazo. En el largo, a medida que el car-sharing vaya avanzando en popularidad, los puntos de venta podrían evolucionar también hacia algún tipo de servicio de alquiler. Además, pueden ser importantes, dada su capilaridad, para que las propias empresas de car-sharing se extiendan.