Hoy pasa por nuestras manos uno de los utilitarios más desconocidos del mercado, competidor de los Seat Ibiza, Ford Fiesta o Opel Corsa y con un tamaño igual o superior a la mayoría de ellos.
Decimos esto porqué este fue el comentario de aquellos con los que coincidimos durante el test, todos ellos pensaban que era más pequeño, curioso, pero metro en mano, mide 4,05 metros, 10 centímetros más que por ejemplo un Volkswagen Polo.
El Kia Rio es un coche sin grandes aspiraciones, sin versiones deportivas ni equipamientos a la última, pero es un buen coche para un uso a diario, es económico tanto de consumo como de mantenimiento, va francamente bien, está bien acabado y lleva todo lo necesario, unido a un precio muy por debajo de sus competidores superventas.
El motor es un robusto 1,2 litros sin turbo que desarrolla la interesante cifra de 84 caballos de potencia, es un motor muy fiable, sencillo de mantener, con un consumo bajo, durante el test rondó los 6 litros de media a los 100 kilómetros y es alegre en su funcionamiento, permite una conducción ágil a cambio de usar inteligentemente el buen cambio de marchas de 5 velocidades. Su única pega son la falta de bajos, es mejor llevarlo alto de vueltas, sino en algunas situaciones nos faltará empuje.
Las prestaciones son correctas, malas si las comparamos con motores equipados con turbo, pero a fin de cuentas son más que suficientes para un uso total del vehiculo, ya que tiene una punta de 167 Km/h y pasa de 0 a 100 Km/h en 13,4 segundos.
El sistema de frenos es bueno, no tiene un mordiente de competición, pero tampoco es necesario, permite un uso sin estrés del pedal y responde con prontitud.
La dirección es eléctrica, no somos grandes fans de este tipo de direcciones pero en este caso nos ha gustado.
El comportamiento prioriza el confort a la efectividad pura, no es un coche pensado para correr en un tramo de curvas, tampoco su motor nos lo permitiría, pero la comodidad de sus ocupantes y sobretodo el filtrado de las irregularidades del asfalto, le aportan un plus de agrado de conducción, sobretodo en ciudad y autopista, dónde sorprende lo bien que va.
El interior es algo sobrio, muy Japonés, todo está en su sitio, sin alardes de diseño, pero con una sensación de calidad elevada, todos los plásticos ofrecen una imagen buena y no hay ni grillos ni malos encajes. El cuadro de relojes es completo, con su ordenador de a bordo, velocímetro y cuentavueltas, pero sin artificios ni detalles Hi Tec. La consola central alberga una pantalla de LCD con el sistema multimedia y en opción el navegador, es un equipo básico pero suficiente.
Detrás hay anchura para dos adultos o tres pequeños, el resto de cotas son buenas, nada lejos del resto de vehículos de la categoría.
Los 288 litros de maletero son suficientes para ir a la compra semanal o para una escapada de fin de semana, si necesitamos más capacidad de carga deberemos plegar los asientos traseros para tener 923 litros de capacidad.
Valoración Final. Es un coche sencillo y robusto, con todo lo necesario para la mayoría de mortales, va bien, es fácil de conducir, aparcar y cuesta poco 9.600 euros, un auténtico chollo.
Conócelo y pruébalo en los concesionarios Kia Integral Car de Vallescar.