Un tercio de los ciudadanos españoles respira un aire contaminado perjudicial para la salud, teniendo en cuenta los valores legales marcados por la Unión Europea, y en el que influye de manera importante el tráfico rodado de las ciudades, según el análisis realizado por la Asociación de Empresas Gestoras de Transportes Colectivos Urbanos (ATUC), con motivo de los episodios de alta contaminación que han protagonizado algunas ciudades como Valencia, Barcelona o Madrid.
Una situación que ha provocado que la capital de España haya aprobado un nuevo protocolo de actuación más exigente en caso de elevados niveles de contaminación y que ponga en marcha un Plan de Calidad del Aire de 2017 a 2020. Por su parte, el área metropolitana de Barcelona quiere vetar los diésel más contaminantes a partir del 2018.
Este estudio, que recoge datos de Ecologistas en Acción y la Agencia Europea de Medio Ambiente, pone de manifiesto cómo la contaminación atmosférica causa más de 25.000 muertes al año en España. Además, que nuestro país tenga un aire de mala calidad nos cuesta unos 38.000 millones de euros anuales.
En este sentido, el tráfico rodado es el causante del 70% de las emisiones de NO2 (dióxido de nitroso) en las ciudades y que afecta principalmente al sistema respiratorio. Por eso, la patronal reclama medidas que cambien el modelo actual de movilidad para conseguir ciudades más limpias, sanas y habitables.
Precisamente, el uso del transporte público evita la emisión de hasta 5 millones de toneladas de CO2 al año según los datos de ATUC, lo que lo convierte en una de las opciones más recomendables para mejorar la calidad del aire.