Viajar en invierno tiene un encanto especial y España cuenta con multitud de lugares únicos llenos de alicientes para visitar. Desplazamientos que en, muchos casos, se realizan por carreteras que pueden ser más peligrosas e impredecibles, a causa de las bajas temperaturas, las heladas, la lluvia, la nieve y el hielo, debido a las condiciones meteorológicas propias de esta época del año.
Bridgestone, fabricante líder mundial de neumáticos y productos derivados del caucho, tiene las claves para que el mal tiempo no sea un impedimento para aprovechar las posibilidades de viajar que ofrece esta estación, y hacerlo de la manera más cómoda, segura y confortable posible.
La clave fundamental es equipar el vehículo adecuadamente, en este punto, los neumáticos, desempeñan un papel primordial.
Si ya el neumático en sí es un gran desconocido para la mayoría de conductores, el neumático de invierno lo es todavía más. “Hay que desterrar la falsa creencia de que los neumáticos de invierno son sólo para la nieve. El uso de neumáticos de invierno es recomendable, desde octubre a primavera, en aquellas zonas en las que en invierno las temperaturas pueden ser iguales o inferiores a los 7 grados, circunstancia que se da en casi todas las regiones de España. Asimismo, ofrecen mayor seguridad y agarre sobre superficies heladas o mojadas.
Por supuesto, su respuesta en nieve es también magnífica, y nos evita el uso de las engorrosas cadenas”.
Otra idea que hay que desterrar es el mayor coste económico que representa tener dos juegos de neumáticos. Precisamente, disponer de ellos, además de incrementar nuestra seguridad y las prestaciones del vehículo, a la larga supone un ahorro, ya que permite aumentar sustancialmente la vida útil de los neumáticos de verano ya que su uso en invierno, representa una sobre exigencia para éstos que se traduce en un desgaste más rápido.
Ventajas de los neumáticos de invierno ¿Y por qué es tan importante adecuar el “calzado” de nuestros vehículos al invierno? En primer lugar, hay que insistir en una idea fundamental: el neumático es el elemento de seguridad activa más importante del vehículo y el único elemento de éste en contacto con la carretera. De él dependen funciones tan esenciales como soportar la carga, trasmitir las fuerzas de tracción y frenada, mantener y cambiar el sentido de la marcha y absorber las irregularidades.
En invierno, debido a la bajada de las temperaturas, el caucho que compone el neumático se vuelve duro y pierde flexibilidad y esto hace que los neumáticos normales de verano no agarren tan bien con el frío. Un menor agarre supone un menor control y no poder frenar tan rápido, aumentando el riesgo de accidentes. Todas las pruebas internas realizadas por Bridgestone, así como, los tests independientes, han demostrado que la distancia de frenado de los neumáticos de verano puede ser casi tres veces mayor que la de los neumáticos de invierno en la nieve. Pero incluso en condiciones menos extremas, los neumáticos de invierno ofrecen mucha mayor respuesta, precisión y control que los de verano.