Ya sea durante las vacaciones de verano o en el trayecto diario hacia el trabajo, el tiempo que pasamos en la carretera puede convertirse en una experiencia frustrante y estresante, tal como señalan los psicólogos de la London School of Economics and Political Science (LSE) en el estudio realizado en colaboración con Goodyear.
En el curso de la investigación sobre seguridad vial que están llevando a cabo Goodyear y la LSE desde el punto de vista de la psicología social, se han identificado los diferentes patrones de comportamiento que seguimos al interactuar con otros conductores.
Con la ayuda de grupos de debate y entrevistas en profundidad con conductores europeos, los investigadores han identificado siete tipos de personalidades que se manifiestan de forma habitual:
1) El Profesor: necesita asegurarse de que los demás conductores saben en qué se han equivocado y espera que se reconozcan sus esfuerzos por enseñar a los demás.
2) El Sabelotodo: piensa que está rodeado/-a por perfectos incompetentes y se contenta con gritar con condescendencia a los demás conductores desde la protección que le brinda su propio coche.
3) El Competitivo: necesita ir por delante de todos y se enfada si alguien se interpone en su camino. Es probable que acelere si intentan adelantarle o que cierre el paso para que nadie se le ponga por delante.
4) El Justiciero: le gusta castigar a los demás conductores cuando cree que han hecho algo mal. Puede acabar por salir del coche o interpelar directamente a otros conductores.
5) El Filósofo: acepta las faltas de los demás de buen grado e intenta darles una explicación racional. Es capaz de controlar sus sentimientos cuando conduce.
6) El Evasivo: trata a los conductores que cometen infracciones de forma impersonal, los considera simplemente un peligro.
7) El Fugitivo: escucha música o habla por teléfono para aislarse. Los fugitivos se entretienen con las relaciones sociales que han escogido para no tener que relacionarse con los demás conductores. Se trata también de una estrategia para no sentirse frustrados desde el primer momento.