El alma deportiva de los BMW no tiene discusión, pero hay algunos de ellos, los que incluyen la letra M, que suben unos cuantos escalones en dinamismo y eficacia, hoy pasa por nuestras manos el M más divertido de la familia, antes conocido como serie 1 coupé, y desde hace unos meses rebautizado como serie 2, este pequeño coupé hará las delicias de los más quemados, con una conducción divertida, eficaz y muy muy rápida.Personalmente es de los modelos de la firma bávara que más me gustan estéticamente hablando, coqueto, agresivo y muy llamativo (más si lo pedimos con el azul eléctrico de las fotos), y que engancha desde el primer acelerón.
Derivado del serie 1 pero estirado hasta los 4,45 metros, no diremos que es amplio (mentiríamos) pero si que tiene dos plazas delanteras bastante holgadas y unas plazas traseras dónde dos churumbeles irán bastante bien. El maletero con unos 390 litros de capacidad, supera a muchos compactos del mercado.
El motor es una joya en extinción ya que parece que los seis cilindros en línea de la firma germana son cada vez menos usados, en detrimento de pequeños propulsores mucho más apretados. En este caso y gracias a la acción de un turbo y inyección directa, disponemos de unos brutales 326 caballos con un par de 450 Nm a tan solo 1.300 rpm.
El motor dispone de unas prestaciones para quitar el hipo, en aceleración, te pega al asiento para pasar de 0 a 100 Km/h en tan solo 5 segundos, con una velocidad máxima autolimitada de 250 Km/h.
En cuanto al consumo, si rodamos rápido las dos cifras de gasto son ineludibles, pero yendo tranquilos nosotros conseguimos un consumo de 9,1 litros a los 100 Km, una proeza!!.
El Comportamiento es intachable, es verdad que si le pisamos a fondo la parte trasera quiere adelantar a la delantera, como sucede en todo modelo de tracción trasera con cierto potencial, pero gracias a un excelente control de tracción, las cosas nunca se desmadran. En ciudad es un coche ágil y por tamaño bastante manejable, la visibilidad es mejorable, pero se aparca con facilidad y callejea con alegría. En autopista es una auténtico Formula Uno, veloz, estable e inmutable, su suspensión dura filtra mejor de lo esperado las juntas de dilatación y baches de nuestras dejadas infraestructuras. Al no ser ni muy ruidoso ni incomodo, es planteable hacer con él algún viaje de envergadura. En carreteras secundarias y reviradas nos saldrán cuernos y cola y nos convertiremos en un demonio sediento de más, es adictivo y corren peligro los puntos de nuestro carné de conducir, ya que el ritmo con el que podemos rodar es infernal.
Valoración Final: Son 50.000 euros pero es una maravilla, por diversión, por diseño y comportamiento, si os llega el presupuesto y buscáis un coche que sea imbatible para casi todos los coches de la carretera, esta es una gran elección, eso si cuando me paséis por la carretera os envidiaré profudamente .